jueves, 23 de mayo de 2013

¿Crisis?...o... ¡¡¡DESASTRE!!!

Mi devaneo consiste en si lo que estamos padeciendo es, realmente una crisis, o... 
si lo que se ha producido es un desastre.
De cualquier forma, siento que estamos sumidos en una profunda desgracia. Pero aún diría más... y es que los que tienen el poder de sacarnos de ella, no es que no puedan hacerlo, sino que..., ¡¡¡no quieren!!!
Es verdad que es una acusación grave... y ahí el núcleo de mi devaneo. Y digo devaneo, porque no tengo la formación ni el poder para solucionar el problema, pero... tengo sentido común.
Veamos:
Una crisis no tiene por qué ser una tragedia. Las crisis se dan en procesos de desarrollo, de crecimiento, de redimensionamiento, de readaptación a nuevos contextos, de producción, de mercado que, a fin de cuentas, producen una depresión, un impás transitorio del que se sale fortalecido. No soy técnico, pero creo que no es necesario afinar más para hacerme entender.
Mi tirabuzón mental, mi devaneo, se produce por el run-run de que esto no me suena a crisis, a una simple depresión, sino a un "krak".
Un desastre; eso es lo que hemos producido; lo hemos provocado por malas prácticas...; no es una crisis; es el estallido, el reventón del sistema... del propio sistema... del capitalismo como alma y fundamento de la economía moderna.
Es la deshumanización de las relaciones humanas; es la falta de valores como el servicio, la acogida, la compasión, que han sido sustituidos por el individualismo, el egoísmo, el poder, el poseer, rompiendo el sistema.
Hay, pues, que cambiar de sistema. No podemos recomponer el sistema con los mismos elementos que lo han hecho saltar por los aires: hay que cambiar de pensamiento, de conducta, de objetivos y de medios.
Es ahí donde no veo voluntad... o atrevimiento... en quienes tienen capacidad y formación suficiente para hacerlo.
Hay que pasar de un sistema capitalista a un sistema humanista. Hay que cambiar el objetivo: de los rendimientos del capital y de la producción..., al bienestar social a la promoción del Hombre.
El capitalismo, con su objetivo puesto en la producción y sus beneficios, ha sacrificado al Hombre con el espejismo de su mayor bienestar. Se ha servido del Hombre como medio de obtener ganancias, poniéndolo al servicio de los beneficios del trabajo y financieros.
Pero el Hombre mismo, asumiendo el papel de "consumidor", confundiendo bienestar con posesión, se ha ahogado a sí mismo haciendo acopio de bienes más allá de sus propias posibilidades.
El Capitalismo, aliado de los poderes político y judicial, bajo la máxima de que no necesita ser controlado, sino que se controla a sí mismo, escapó al control de los estados que, a su vez, se sustentaron en él.
¿Qué ha pasado?
Que los poderosos y ricos han dominado y arruinado a la población, hasta el punto que la propia Unión Europea está en entredicho convertida en el dominio de un imperio, de un Estado, el alemán, que se ha alzado con el poder.
¿Qué debemos hacer?
Plantarnos ante el sistema. Declararnos en rebeldía empezando por los gobiernos quienes han de defender los derechos, deberes y bienestar de los ciudadanos:
Bajando impuestos al consumo; para poner al alcance de toda la población los bienes de consumo. 
Ajustando los impuestos al capital, proporcionalmente a su cuantía.
Impulsando la Enseñanza, con la debida autonomía de los centros.
Impulsando la investigación, la innovación y el emprendimiento orientados a la dignidad y bienestar humanos.
Impulsando Servicios Sociales, tanto públicos como privados, con el control debido.
Impulsando la prospección de mercados.
Controlando los mercados: Condiciones de trabajo; precios de producción, de intermediación y de venta. De forma que no se realicen más allá de unos límites.
Si no nos plantamos ante la deshumanización del sistema capitalista; si no trabajamos por sustituirlo por un sistema humanista y humanizador en que el Hombre sea la finalidad del sistema y no una pieza del engranaje productivo, no saldremos del desastre.
Haremos más ricos a los poderosos, que harán todos los cambios necesarios para que todo siga igual.

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