lunes, 21 de mayo de 2018

CONSTITUCIÓN FORAL de Euskalherría: Nuestra IDENTIDAD.

El Nuevo Estatus Vasco está encontrando trabas para el consenso.
Motivos, varios. Todos ellos artificiosos:

Demasiado identitario para los partidos de ámbito estatal.

  • En Euskalherría, en la actualidad, hay múltiples identidades. En cuanto a la población: euskaldunes, castellanos, musulmanes, latinos, del Este, chinos... En cuanto a los Partidos: Españolistas y regionalistas, junto a nacionalistas y separatistas. Sin embargo, a todos les une una fuerte identidad diferenciadora: Su Constitución Foral. 
  • CONSTITUCIÓN FORAL que identifica a todos, no a unos más que a otros, pues todos viven, se organizan y se relacionan con el Estado en función de su condición Foral. Distinta y diferenciada de la Constitución Autonómica española. Constitución Foral que no todos se ponen de acuerdo para: mantenerla, mejorarla y no empeorarla....; o bien, abolirla definitivamente. Es momento de posicionarse con franqueza; si se trata de mejorarla, todos ¡¡¡juntos a tope!!!; si se decide abolirla..., ¡¡¡con todas las consecuencias!!!
  • El Nuevo Estatus va en la línea de Amejorar y ampliar el actual estatus Foral que nos identifica.


No contempla el Derecho a Decidir.

  • ¿Cómo...? Nuestra CONSTITUCIÓN FORAL es,YA, nuestro Derecho a Decidir Histórico  y en pleno ejercicio; cosa distinta es que nosotros lo hayamos, más o, menos, defendido y desarrollado, o desprestigiado, incluso abandonado. 
  • Contiene implícita nuestra capacidad legal reconocida y ejercida de PACTAR, lo que implica derecho a decidir.
  • El Nuevo Estatus se plantea en virtud de ese nuestro Derecho a Decidir. Pactémoslo entre nosotros y pactémoslo en el Estado. Sin partidismos que nos debilitan en favor de la prepotencia ejercida por el centralismo absolutista del Estado.


Tenido como inconstitucional.
¡¡¡Imposible...!!!
La Constitución del Estado reconoce y ampara los DERECHOS HISTÓRICOS de nuestra Histórica Constitución Foral.
Derechos Históricos, es decir: Que no derivan ni son otorgados por la Constitución.
Derechos PRECOSTITUCIONALES, pues los que están en ejercicio no necesitan reconocimiento.
Un Nuevo Estatus que abogue por la reintegración plena, incluso por la Independencia preconstitucional, Histórica, no podría ser inconstitucional. De hecho, el Art. 155 aplicable a las Autonomías, no sería legal aplicarlo en Territorios Forales ya que las competencias no son transferidas, sino reconocidas como propias.

Se compromete la Unidad del Estado.
Se compromete cierta concepción de "unidad centralizadora" que, por cierto, es CONTRAFORAL y... en consecuencia, inconstitucional.
La unidad confederal Histórica siempre se dio en la Corona.
Y podría seguir dándose en el Jefe del Estado.

sábado, 19 de mayo de 2018

La COMUNIÓN ¿Prohibida a CRISTIANOS Protestantes?

¿Puede un protestante comulgar cuando acude a Misa en familia con su cónyuge católico?
Este es el dilema que, por la negativa de algunos obispos divide a la Jerarquía alemana; por lo que han acudido al Vaticano en busca del dictado de un criterio autorizado.
La respuesta del Vaticano vino a ser que los obispos tienen autoridad para acordar una solución colegiada: por unanimidad.
Entiendo que les insta a que se pongan de acuerdo en un asunto, que no siendo doctrinal, es de orden litúrgico.
¡¡¡Un hurra por la curia vaticana...!!!
¡Eso es predicar con el ejemplo la descentralización de la vieja Iglesia imperial romana y jerárgica de Cristo...! 
Así se parece más a la Comunidad apostólica de Jesús de Nazaret.

Cuesta a algunos evolucionar en la línea del Vaticano II y asumir sus responsabilidades; prefieren vivir mirando a Roma, más que a su Iglesia; al dictado de normas imperiales, más que a las necesidades de su gente.

Para mí la solución es fácil.
No hay problema ninguno si se atiende a la sensibilidad de los creyentes y a la lógica.
Tanto cristianos Católicos como cristianos Protestantes son CRISTIANOS.
Todos los cristianos deberíamos poder acceder gozosos a la variada celebración de las distintas comunidades creyentes en el Espíritu del Padre de Cristo-Jesús.

Ese es mi modo de pensar y mi íntimo deseo. ¿No es una expresión de la Unidad de los Cristianos?

Pero la voz autorizada nos la ofrece Pablo de Tarso, fundador de la Iglesia de Cristo:


  • Si los gentiles, actuando según su conciencia, aun no conociendo la Ley están justificados (Rm 2,14) podemos decir que también están justificados los cristianos que cumplen los preceptos de cualquier comunidad cristiana. Luego los cristianos Protestantes pueden comulgar con los cristianos Romanos.
  • Es por la fe por la que son justificados los creyentes; no por la Ley. (Rm 4,13).
  • Los cristianos, con mayor razón, cualquiera que sea su ritual, son justificados por la fe en Cristo-Jesús, no por las condiciones del rito. Luego los protestantes pueden participar plenamente del ritual romano y comulgar.
  • Los ritos cristianos no pueden ser excluyentes, porque la Ley esclaviza. Es la participación en comunión con un mismo Espíritu el que nos hace hijos y herederos; no un rito determinado (Rm 8, 14-17). Luego los protestantes y los romanos podemos celebrar cualquiera de los ritos, unidos en un mismo Espíritu.
  • No estamos justificados por nuestra fidelidad a la Ley, al rito, pues cualquiera puede cumplir la Ley sin fe. Por la Ley viene el mal; solo la fe da valor a la ley, en nuestro caso, al rito (Gal 3, 10). Luego la fe en Jesús podemos celebrarla en comunión con cualquier rito cristiano.
  • Todos somos hijos de Dios por la fe y no por el rito: ya no hay ni romanos ni protestantes. Todos los bautizados somos uno en Cristo y herederos (Gal 3, 26-28). Luego el rito es lo de menos. Cualquier rito es válido si celebramos una misma fe.
  • Ni un ritual ni otro tiene valor para Cristo-Jesús, sino el amor de la fe. (Gal 5, 6).
  • Pablo confía en que pensemos así en orden a la libertd, pues cualquiera que genere perturbación llevará castigo. Porque Cristo nos liberó para ser libres, no esclavos de la Ley. (Gal 5,1; 6).
  • Si judíos y gentiles, por Cristo, no por el ritual de la circuncisión, están reconciliados entre sí y con Dios, ¿Cómo no vamos a estar reconciliados los cristianos cualquiera que sea el rito? En Cristo no somos extraños ni forasteros (Ef 2, 11ss). Luego la comunión nunca puede impedir estar reconciliados.
  • Estamos llamados a la unidad en un mismo Espíritu; no por la Ley (Ef 4, 1-7).La particularidad de nuestros ritos nunca deben separarnos, ser problema para la unión en la fe. Sepamos disfrutar de todos nuestros ritos, porque todos, en una misma fe, tenemos nuestro propio carisma.
  • No hagamos de nuestros ritos banquetes idólatras. No podemos hacer de la Mesa del Señor demonio de separación (1Co 10, 14-22). Luego la comunión debe ser ritual de unión, no de separación.


Según el Apóstol Pablo, los obispos alemanes tienen muchos argumentos para llegar a la unanimidad de criterio










miércoles, 16 de mayo de 2018

Bendito NACIONALISMO IMPERIALISTA... maldito EL SEPARATISTA.

No hace falta ser experto historiador, sociólogo o moralista para concluir que el nacionalismo separatista no es una enfermedad social, ni la perversidad de una sociedad.

Cualquier persona, libre de prejuicios, puede dar razón de que es una consecuencia:
Es la reacción a una acción considerada ilegítima.
Violentadora del Orden natural de un País, de su Identidad, de su Libertad, de sus Instituciones.
Para someterlo a la voluntad, a la identidad y a las instituciones del invasor.

El detonante del conflicto es una ACCIÓN INVASIVA.

El Orden Natural original, queda, así, violentado por un nuevo Orden Establecido:

La Unidad Indivisible de la Patria.
Unidad ilícita, pero, legalizada y disfrazada de pacto, no con las Instituciones Originales, sino con las impuetas: Por el poder de la fuerza, o la fuerza del poder; como se quiera.

Ilicitud que se impondrá como Ley y Orden, fundamento de "concordia" y de "bienestar".
Con las bendiciones de sus instituciones políticas, militares, jurídicas, sociales y eclesiales.

Originando una reacción defensiva; que, siendo ineficaz:
Con el tiempo, genera un sentimiento nacionalista que:
Mantenido a lo largo de generaciones, llega a un deseo separatista.

Sin embargo será, por el contrario, el nacionalismo separatista el perseguido el condenado como antidemocrático, ilegal, desorden, causante de división, sembrador de discordia y destructor de la paz... etc, etc, etc.
Y sus instituciones políticas, sociales y eclesiales, en cuanto defensoras de su identidad y derechos, como reaccionarias.

AMEN. ¡¡¡Ole morena...!!!

miércoles, 9 de mayo de 2018

FORALIDAD... ¿En peligro?

Es imposible y..., además, no puede ser.
Oigo y leo con consternación el temor que transmiten los medios de comunicación acerca de la posible supresión de la FORALIDAD.

Transmiten alarmismo haciéndose eco de movimientos apocalípticos desde España.
Sin hacer la mínima mención a las potencialidades y blindaje que la propia Foralidad alberga.

Con el sorprendente silencio cómplice de nuestras Instituciones Forales, nuestros partidos, nuestros políticos, nuestra prensa nacionalista y de nuestra sociedad, como rendidos, vencidos por algo, no sólo posible, sino probable.

Pero la abolición de la FORALIDAD es imposible y... además... no puede ser.
La Foralidad no la otorga, no la confiere ni la retira España ni sus instituciones.
España no es la titular de la Foralidad.
Euskadi y Navarra son los titulares de su Foralidad. España reconoce y respeta la Foralidad de estos Territorios y forma parte de la Constitucion del Estado.

A este respecto, hemos oído que el reconocimiento que la actual Constitución hace del Régimen Foral, podría verse anulado por la supresión en una nueva Constitución.
España no puede abolir nuestro estatus Foral, no tiene competencia, como no sea alegando derechos de conquista, hoy a todas luces extemporáneo.

España, evidentemente, podría continuar con su Administración de Régimen Común que es la suya, y prescindir de la Administración Foral, rompiendo el Régimen Pactado inherente a la Era Constitucional.
Ello, en nada afectaría a nuestras Instituciones que, titulares de nuestra Administración Foral privativa, se verían separadas del Estado al modo preconstitucional.

Si España anula del ordenamiento del Estado nuestra Foralidad, anula nuestro nexo de unión en el Estado, anula su nexo de unión con los Territorios Forales.

Lo que nos pasa es que, imbuidos de mentalidad autonómica sometida al interés del Gobierno de España, perdida nuestra conciencia Foral, cualquier viento del sur nos organiza una tormenta.

La abolición de nuestro Régimen Foral no vendrá de España; será por nuestra desidia y connivencia con el Gobierno español.
Asustémonos por nuestra propia actitud respecto al fuero; no por inútiles amenazas foráneas.


lunes, 7 de mayo de 2018

E.T. A- El difícil PERDÓN

Todos necesitamos pedir perdón alguna vez que otra en nuestra vida. Todos experimentamos alguna vez en nuestra vida la necesidad de ser perdonados.
El equilibrio personal, el equilibrio social, dependen de la capacidad de perdonar y ser perdonados.

La disolución de ETA ha dejado en la sociedad una losa de inhummanidad por la crueldad y terror de sus actos. Y se le achaca otro acto de inhumanidad: irse sin pedir perdón.

Pienso que la petición de perdón no corresponde a la banda criminal como tal, de modo "institucional".
La responsabilidad del daño es personal: con nombre y apellidos. La responsabilidad no es compartida, no se diluye en el colectivo.

Para mí sería sarcasmo cruel que tras aterrorizar y manipular la sociedad dijera: "La banda se disuelve; perdón por los daños ocasionados".

Yo necesito perdonar el daño que nos han hecho.
Quiero no olvidar... porque si olvidase me sentiría incapaz de perdonar y quiero poder perdonar para no vivir odiando, para poder reconciliarme y vivir en paz.

Necesito que alguien..., un rostro nos mire a los ojos... y que nosotros podamos mirar los suyos... y notar su arrepentimiento y sincera petición de perdón.

Pero el perdón es difícil.
Es difícil pedirlo... aunque se esté arrepentido.
Es difícil concederlo... cuando se ha sufrido tanto.
Pero es necesario poder pedir perdón... y poder concederlo.
En ello nos va la salud personal... la salud social.

No podemos exigir, ni esperar que alguien arrepentido nos pida perdón.
Pero... siempre debemos poder perdonar.