Es el ABORTO un asunto que me preocupa; y motivo de muchos devaneos pues son muchos los intereses y personas implicados. Siendo una auténtica tragedia es, sin embargo, motivo de airada reclamación como un derecho desde un sector, sobre todo, femenino.
Así, es lícito oponer tanto la guerra, como la condena a muerte, por quien siente amenazada su vida.
El precepto negativo "NO MATARÁS", de orden moral, que es parejo al precepto cristiano positivo "AMARÁS AL PRÓJIMO aun a riesgo de tu vida", tienden a poner remedio al origen mismo del inicio de la violencia: nadie necesitaría defender su vida si nadie atentara contra ella.
Así, pues, no matarás, es un precepto moral. No es una Ley Absoluta; ya que hay supuestos en los que es lícito dar muerte a un ser humano: cuando éste se convierte en una amenaza real a la vida propia o de la sociedad.
EL ABORTO.
Por sí mismo no es malo. El aborto espontáneo es un acontecimiento natural de interrupción de la gestación ante un proceso inviable.
Por sí mismo, el aborto provocado o terapéutico no es condenable. La mayoría de las veces remedia muchos males y evita malas prácticas.
Tampoco es condenable la persona que lo reclama; la muerte del hijo la decide la propia madre, o da su consentimiento, bien porque el embarazo supone grave peligro para la integridad de la madre; bien porque es fruto de una agresión sexual; o de unas relaciones sexuales irresponsables.
Lo que es condenable es su manipulación; la intencionalidad: cuando se proclama el aborto como salvoconducto para la práctica de una sexualidad irresponsable.