miércoles, 29 de mayo de 2013

HOMOSEXUALES: ¿Matrimonio? o... BODA

La condición Homosexual no es bien entendida en la sociedad. Sus muestras y vivencias causan desde mofa y sonrojo, hasta rechazo, marginación y persecución.

En la actualidad los medios de comunicación nos están ofreciendo las trifulcas que contra los homosexuales se vienen sucediendo en distintos lugares.

Los mismos Homosexuales no acaban de encontrar el espacio que les corresponde; unos sufren y padecen en silencio su propia condición; otros, la afrontan de manera provocadora y vindicativa; el resto, parece convivir con ella sin notables dificultades.

En el fondo, tradicionalmente y hasta tiempos recientes, la Homosexualidad ha tratado, tanto por parte de los propios homosexuales, como por la sociedad, de ser ocultada, de hacerla invisible a pesar de ser una REALIDAD HUMANA presente en la vida diaria.

Cierto que siempre hemos conocido chicos y hombres hechos y derechos que nos han llamado la atención por su concepción estética, sus detalles, finura y atención exquisita.
También de otros hemos observado y comentado que "tienen pluma" por un excesivo amaneramiento en sus modos, maneras y decires, pero no me había parado a pensar más allá de la gracia que tienen.
Entre las mujeres, al menos para mí, la homosexualidad, hasta hace relativamente poco, me ha sido prácticamente invisible, aunque sí había observado lo pródigas que, en algunas, son sus manifestaciones afectivas, lo cual no quiere decir que fueran siempre de carácter homosexual.
Sin embargo, hoy en día, se ve el lesbianismo en plena calle con claridad pues no se recatan en mostrarlo; creo que incluso alardean, si no es una mera provocación.

jueves, 23 de mayo de 2013

¿Crisis?...o... ¡¡¡DESASTRE!!!

Mi devaneo consiste en si lo que estamos padeciendo es, realmente una crisis, o... 
si lo que se ha producido es un desastre.
De cualquier forma, siento que estamos sumidos en una profunda desgracia. Pero aún diría más... y es que los que tienen el poder de sacarnos de ella, no es que no puedan hacerlo, sino que..., ¡¡¡no quieren!!!
Es verdad que es una acusación grave... y ahí el núcleo de mi devaneo. Y digo devaneo, porque no tengo la formación ni el poder para solucionar el problema, pero... tengo sentido común.
Veamos:
Una crisis no tiene por qué ser una tragedia. Las crisis se dan en procesos de desarrollo, de crecimiento, de redimensionamiento, de readaptación a nuevos contextos, de producción, de mercado que, a fin de cuentas, producen una depresión, un impás transitorio del que se sale fortalecido. No soy técnico, pero creo que no es necesario afinar más para hacerme entender.
Mi tirabuzón mental, mi devaneo, se produce por el run-run de que esto no me suena a crisis, a una simple depresión, sino a un "krak".
Un desastre; eso es lo que hemos producido; lo hemos provocado por malas prácticas...; no es una crisis; es el estallido, el reventón del sistema... del propio sistema... del capitalismo como alma y fundamento de la economía moderna.
Es la deshumanización de las relaciones humanas; es la falta de valores como el servicio, la acogida, la compasión, que han sido sustituidos por el individualismo, el egoísmo, el poder, el poseer, rompiendo el sistema.
Hay, pues, que cambiar de sistema. No podemos recomponer el sistema con los mismos elementos que lo han hecho saltar por los aires: hay que cambiar de pensamiento, de conducta, de objetivos y de medios.
Es ahí donde no veo voluntad... o atrevimiento... en quienes tienen capacidad y formación suficiente para hacerlo.
Hay que pasar de un sistema capitalista a un sistema humanista. Hay que cambiar el objetivo: de los rendimientos del capital y de la producción..., al bienestar social a la promoción del Hombre.
El capitalismo, con su objetivo puesto en la producción y sus beneficios, ha sacrificado al Hombre con el espejismo de su mayor bienestar. Se ha servido del Hombre como medio de obtener ganancias, poniéndolo al servicio de los beneficios del trabajo y financieros.
Pero el Hombre mismo, asumiendo el papel de "consumidor", confundiendo bienestar con posesión, se ha ahogado a sí mismo haciendo acopio de bienes más allá de sus propias posibilidades.
El Capitalismo, aliado de los poderes político y judicial, bajo la máxima de que no necesita ser controlado, sino que se controla a sí mismo, escapó al control de los estados que, a su vez, se sustentaron en él.
¿Qué ha pasado?
Que los poderosos y ricos han dominado y arruinado a la población, hasta el punto que la propia Unión Europea está en entredicho convertida en el dominio de un imperio, de un Estado, el alemán, que se ha alzado con el poder.
¿Qué debemos hacer?
Plantarnos ante el sistema. Declararnos en rebeldía empezando por los gobiernos quienes han de defender los derechos, deberes y bienestar de los ciudadanos:
Bajando impuestos al consumo; para poner al alcance de toda la población los bienes de consumo. 
Ajustando los impuestos al capital, proporcionalmente a su cuantía.
Impulsando la Enseñanza, con la debida autonomía de los centros.
Impulsando la investigación, la innovación y el emprendimiento orientados a la dignidad y bienestar humanos.
Impulsando Servicios Sociales, tanto públicos como privados, con el control debido.
Impulsando la prospección de mercados.
Controlando los mercados: Condiciones de trabajo; precios de producción, de intermediación y de venta. De forma que no se realicen más allá de unos límites.
Si no nos plantamos ante la deshumanización del sistema capitalista; si no trabajamos por sustituirlo por un sistema humanista y humanizador en que el Hombre sea la finalidad del sistema y no una pieza del engranaje productivo, no saldremos del desastre.
Haremos más ricos a los poderosos, que harán todos los cambios necesarios para que todo siga igual.

martes, 7 de mayo de 2013

¿Está Cristo en el sagrario?

Cuando, en un momento de la Historia, Cristo es definido y confesado como El Dios Cristiano, se le mete en el Templo, se le rodea de Sacerdotes y se le ofrece el Culto debido.

Pero... ¿Está JESÚS en el sagrario?
Yo creo que.. ¡¡le hemos forzado a que esté!! 
Y está real y ciertamente. Pero... porque nosotros hemos querido que esté. Y Él... nos lo acepta.
Está porque, en una Iglesia Sacerdotal y Cultual"es nuestro modo" de relacionarnos con Él.

Pero... tampoco creo que esté así..., simplemente..., encerrado en el sagrario de la iglesia.
Parece ¡poco práctico! ¿no? el que Jesús, Cristo, esté metido en un cajoncico de una vacía... y oscura iglesia..., a la luz de una vela..., a la espera de que alguien... entre, y que la mayor parte del día... está cerrada. 
Resulta profundamente antievangélico que Jesús esté a la espera de que se le adore como a un Dios en un pomposo acto litúrgico.

Me parece impropio de un dinámico Jesús que marcha a la búsqueda del Hombre sufriente..., y que abominó de la hipocresía, corrupción y tiranía del Templo. 
Parece más propio de un ídolo ante el que "mística" y facilonamente consolamos nuestras insolidarias conciencias y pedimos sus favores.

Estoy absolutamente seguro que JESÚS no ha elegido el Templo... quedándose a la espera...
En el Templo lo hemos metido nosotros.

¿Entonces...?  
JESÚS no está en el Sagrario sólo y aburrido...; o decepcionado por nuestro poco y malo testimonio de humanidad solidaria, de amor compasivo... de hijos de Dios...; tampoco satisfecho por nuestra visita y declaraciones de amor...
No está..., a no ser... que nos citemos con Él ahí: 
JESÚS se hace presente..., cierta y realmente..., "cuando nosotros vamos" al Sagrario.
"Acude" a nuestra cita.
Es más..: ¡¡Entra con nosotros!!

¿Por qué?
Pues... ¡Porque viene... con nosotros..., de donde venimos!... 

Porque... ¡Siempre está donde nosotros estamos!

En el momento que salimos del templo..., ¡¡Él tampoco se queda!!...; Sale con nosotros...

Está: dándose en nuestra solidaridad desinteresada.
Está: impotente, en nuestra indolencia, en nuestra rutina, en nuestro egoísmo.
Está: gritándonos, desde el dolor de los pobres, de los desahuciados, de los enfermos y de los crucificados por nuestras injusticias.

En todo momento..., en todo lugar..., ¡JESÚS está con nosotros!

Lo que pasa es que nosotros pocas veces somos conscientes de ello.
Pero... andando por la calle; trabajando; jugando... etc., Él está a nuestro lado..., imprimiendo a nuestra vida humanidad humanizadora.
Basta hacer un acto consciente, para poder tener un encuentro íntimo con Jesús.

El error es que estamos educados en los conceptos paganos de la cultura Helenística y de las Religiones Sacerdotales acerca de la existencia de dos espacios: SAGRADO, concerniente a la Divinidad; LAICO, concerniente a la Humanidad.
En estas religiones los SACERDOTES constituyen una casta sagrada que pone en comunicación los dos espacios: el divino, sagrado, y el humano, laico.
Concebido el cristianismo como una religión sacerdotal más, Jesús, Cristo, ha sido, extraído del espacio laico, "reservado" "separado" a un espacio "sagrado", el Sagrario.
  
Pero es un error:
En Jesús conocemos que no hay mas que un sólo espacio sagrado que es el laico; o... un solo espacio, el laico, que es sagrado; porque...:
Nuestra vida y... toda la Creación... se da en Dios y con Dios.

Jesús, cuando deseaba un encuentro íntimo y reposado con el Dios Padre, no iba a la Sinagoga o al Templo...; simplemente..., se retiraba, se apartaba..., convirtiendo el propio espacio laico en sagrado.
También nosotros podemos retirarnos en un banco del parque; en el monte..., en el mar...; en el retiro de mi habitación...; en mi andar "con" JESÚS por la calle entre la gente, compartiendo el Amor de Dios "en" los demás.
Y... ¿¡Qué mejor encuentro con Cristo que el ejercicio sagrado de mi profesión..., de mi trabajo..., en su Nombre como servicio humanizador!?

¡¡¡Eso es SALVACIÓN...!!! ¿No es realmente divino?

Es por eso que se hace insoslayable..., más que una "nueva"..., una renovada evangelización.

Estamos evangelizados en la salvación por medio de la fidelidad a una Iglesia Sacerdotal Dogmática dispensadora de los méritos salvadores de Cristo; en la que ningún mérito podemos hacer por nuestra salvación por santa que sea nuestra vida.
El resultado ha sido que:
La Iglesia, con la excusa de Cristo, se ha predicado a sí misma; pretendiendo el dominio de las conciencias; erigiéndose en árbitro del bien y del mal.
El Sacerdocio Ministerial ha sustituido y destruido el "sacerdocio universal" de los cristianos.
Los cristianos, fieles a la salvación mediante los sacramentos sacerdotales, hemos despreciado nuestro estilo de vida cristiano; hemos dejado de llamar la atención, de ser escándalo, denuncia de las injusticias; hemos privado a la vida de su condición divina y salvadora.

Es precisa una EVANGELIZACIÓN RENOVADA que conciba:

El Cristianismo como un MODO DE SER que conforma un estilo de vida en el espíritu de Cristo, por los que Dios se hace presente al Hombre y, por el Hombre, en la Creación.
Como un estilo de vida auténticamente "sacerdotal", porque, el Cristiano, partiendo con Cristo desde la COMUNIDAD, es el "intermediario" por el que Dios se hace presente en la Creación. 
Como un estilo de vida profético, porque, el Cristiano, con su propia vida, denuncia y redime las injusticias.

La Cena como celebración con Jesús, Cristo, sacerdote de su propio sacrificio, unido al sacerdocio universal cristiano.
Reunida la Comunidad para celebrar la Cena, cualquiera, mayor de edad, puede presidirla: "donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos".
No es precisa, pues, la mediación de ningún Estamento Sacerdotal "distinto", "separado", "intermediario" entre la Comunidad y Cristo.
La falta de vocaciones al actual ministerio sacerdotal es, según vemos, un problema ficticio y ajeno a la auténtica Comunidad de Jesús.
Más preocupante es la falta de testimonio de vida cristiano de los cristianos.