viernes, 25 de septiembre de 2015

NACIÓN FORAL derecho histórico; antigualla para Mendía

La Nacionalidad Foral fue invocada ayer en sede parlamentaria por el Lehendakari Urkullu para hacer viable un moderno encaje con el Estado español.
Fue criticada y rechazada por la socialista Mendía como antigualla, extemporánea...; le entendí que, para ella, reivindicar nuestro estatus foral está fuera de lugar.

Y yo me pregunto:
¿Qué hace, en el presente...!!!, a día de hoy...!!!,  gobernando su partido las Diputaciones Forales... las Juntas Generales Forales... y con un Concierto Económico Foral con el Estado; además de la Comunidad Foral Navarra con su Convenio Foral?

¿O es que sabe... y le gusta... que ya, por fin..., no son Forales; que la Constitución de 1978 abolió de hecho la Foralidad? ¿Que las Provincias Vascas y Navarra son ahora AFORADAS porque el Fuero está en manos de las Cortes Españolas, del Gobierno Español y del Tribunal Constitucional Español?

Sin embargo, la Sra. Mendía, desde su Partido Socialista (español en Euskadi) aboga por un Estado Federal Español.
La idea no es mala si se propone desde las Comunidades Autónomas españolas de Régimen Común.
Pero Euskadi y Navarra tienen un RÉGIMEN FEDERATIVO propio avalado por la Historia y aludido en la Constitución como Derechos Históricos, que es su Estatus Foral hoy abolido por la misma Constitución.

El Plan Ibarretxe; el Nuevo Estatus Político de Urkullu; la Federaliad de Mendía no tienen realidad posible en la España Uniforme. 
No hay legalidad en la que basar estas aspiraciones por muy legítimas que lo sean.

LOS DERECHOS HISTÓRICOS
Es la única legalidad recogida por la Constitución donde fundamentar una nueva relación Vasco-Navarra con el Estado.

La NACIÓN FORAL del Lehendakari Urkullu, aunque no guste a los partidos Popular y Socialista españoles en Euskadi, tendría por estos Derechos encaje en un nuevo Pacto Foral con España.
Invocando la esencia Foral de nuestro País, si el Estado respondiera con un nuevo portazo, estaríamos libres de compromiso con España denunciándolo ante la Comunidad Europea.

Nuestro aval son las Instituciones Forales, el Concierto y Convenios Forales, restos en el presente de nuestra soberanía Foral que hoy deseamos recuperar en su plenitud originaria.

Sólo me queda recordar que FORAL es soberanía originaria: territorio y administración no españoles, que pueden, o no, formar parte del Estado Español, pero que no dependen del Gobierno Español.
El encaje, el entronque, es la Corona, no el Gobierno ni las Cortes españolas.
La Unidad España, Euskadi y Navarra se da en la Corona.

jueves, 24 de septiembre de 2015

BURUJABETASUNA, independencia FORAL: Vías legales de RECUPERACIÓN

El estatus autonómico a que han sido relegados Euskadi y Navarra no se corresponde con nuestra identidad Foral.
Se nos quiere hacer creer que vivimos la mayor Autonomía Foral que hemos tenido en la Historia.
Pero la realidad es que vivimos "aforados" en la medida que, otros, los Constitucionalistas, deciden fuera del País, el grado de Foralidad que -en España- quieren que tengamos.

Los Constitucionalistas, mediante sus Partidos de ámbito español, son quienes más invocan la Foralidad; una Foralidad secuestrada bajo el criterio del Gobierno Constitucional: "El Fuero es español".
Ello ha provocado que los Nacionalistas hayan ido abandonando el FORALISMO y se hayan decidido por el INDEPENDENTISMO.

Quienes quieren ridiculizar nuestros deseos de independencia argumentan que nunca Euskadi y Navarra han gozado de tanta autonomía como con los vigentes Estatuto y Amejoramiento Foral.
Pero no atienden, ni quieren entender, que el fundamento de nuestra identidad foral no es la autonomía, sino la soberanía.

ESTATUS POLÍTICO VASCO: Oferta Urkullu de NUEVO PACTO.

Está en línea de nuestras competencias Forales ofrecer un proyecto de mejora de relaciones con el Estado.
Es nuestra responsabilidad exigir respeto a nuestro estatus Foraldesobedeciendo recortes e imposiciones unilaterales y prepotentes del Gobierno, para salud y bienestar de nuestras relaciones en la Unión con el Estado. 
Relaciones que, por lealtad a todas las partes implicadas, Instituciones, ciudadanía y Estado, hemos de hacer sean acordes a la realidad y necesidades de cada momento, mediante la Denuncia y Actualización del Pacto.
Ante una denuncia de las partes del Pacto Vigente, la otra ha de aceptar.
Si el Estado rechaza el proceso nos está rechazando quedando Euskadi libre de compromiso.

En el Parlamento Vasco.
Estúdiese, trabájese, replantéese el Proyecto de Nuevo Estatus (a falta de otras propuestas), por todos los Partidos del espectro parlamentario hasta alcanzar un consenso mayoritario digno de ser presentado al Pacto con el Estado.
Es preciso y exigimos que los partidos nacionalistas no se pierdan en quisicosas de partidicos que arruinen el proyecto.
Exigimos igualmente que los partidos del espectro constitucionalista hagan sus aportaciones al proyecto con lealtad a Euskadi y mejora de la relación Foral con el Estado.

En las Cortes del Estado.
La presentación del Texto objeto del Pacto con el Estado tiene sus consecuencias.
Debemos conocerlas y estar dispuestos, con madurez política, a actuar con dignidad, resolución y firmeza.
Es inadmisible lo ocurrido con la propuesta Ibarretxe.
No podemos admitir la prepotencia del portazo y volvernos como niños humillados a refugiarnos en casa.
Si el Estado no admite la Denuncia del Pacto vigente; si no admite a trámite el nuevo Proyecto, niega el trato con el País Vasco. 
Así, roto el Pacto, el País queda libre de todo compromiso y ligazón con el Estado. 

No olvidemos que, ateniéndonos a Fuero, aun habiéndose establecido éste en momentos de fuerza por las Cortes españolas en 1812, es el País Vasco quien debe delegar competencias al Estado en su Pacto de Unión; no el Gobierno del Estado al País Vasco, como ocurre en las Autonomías del Estado.

Derecho a decidir.
Este es nuestro auténtico "Derecho a decidir" en ejercicio y en acto.
No es una facultad que debamos solicitar -como las Autonomías- del Estado.
Es puro FUERO: Derecho Histórico en plena vigencia legal amparado por la Constitución de 1978.