lunes, 19 de febrero de 2018

La VIDA ¿es ETERNA?... ¿Existimos antes de nacer y después de morir?

"La ENERGÍA es ETERNA; ni se crea ni se destruye: se TRANSFORMA". Es un axioma científico universalmente reconocido.

Resultado de imagen de la vida eterna segun el cristianismoLa VIDA es la mayor expresión de la energía. Es ENERGÍA por excelencia.
Lo cual me lleva a afirmar que la vida ni se crea ni se destruye...: se transforma.
La VIDA, pues, es ETERNA.


  • Traigo a colación el tema porque el día de Todos los Santos escribí acerca de "La MUERTE... ¿cómo se VIVE la MUERTE?" en donde exponía cómo, según el axioma acerca de la energía, vivimos más allá de la muerte. Ello me sugirió, días después, escribir acerca de la lógica que tiene pensar que la vida no comience con el nacimiento. Pero por un irreparable error, estos "devaneos" y otros veinte del año 2016, han quedado irremisiblemente borrados de mi Blog. ¡Qué desolación! Pero ya no tiene remedio.


Así, pues, vayan estos devaneos de nuevo:
Si la vida es energía
Si la energía es eterna, 
La vida es eterna.

Pero, así como puedo concebir, una vez nacido, cierta vida tras la muerte, no sabría explicármelo en relación a vivir antes de nacer.

Consideramos universalmente que la vida se inicia en el nacimiento; con nuestra "aparición material" y temporal en "este mundo" material.
Elucubramos, incluso, con una posible "Vida Eterna" tras la muerte.
Pero nunca he oído hablar acerca de una posible Vida antes del nacimiento.

Fue en oración cuando estos pensamientos encontraron explicación: 
EL AMOR DE DIOS.

Pero no era esta la auténtica razón, porque siempre he disfrutado y proclamado el Amor de Dios.
Lo verdaderamente novedoso fue comprender cómo se manifiesta ese Amor de Dios en relación a la realidad de la Vida: Cómo la vida es VIDA antes, durante, y después del "paso" por este Mundo.

Entendí la posibilidad de que nuestra "existencia" pueda ser anterior al "nacimiento": 

  • Que, por el Amor que Dios nos tiene, existimos, desde la Eternidad (por explicarme de algún modo), creados en el Seno Divino; somos Vida en Dios Vivo; somos espíritus en el Espíritu Divino; somos "energía" partícipe de la "Energía Divina".
  • Que es por puro Amor Divino por lo que Dios quiere que nuestro Espíritu eterno habite temporalmente la Materia.
  • Que, en su Amor, Dios nos crea como los Seres más perfectos y completos de su Creación. Más completos que los Ángeles; pues no se contenta con que participemos de su espiritualidad; quiere que, además, seamos participes de la materialidad de la Creación; quiere que, no sólo la contemplemos y conozcamos desde fuera, sino que también la vivamos "siendo" Materia. 
  • Que, por Amor, quiere que seamos creadores con Dios. Al ser nosotros mismos materia, y, a la luz de nuestro espíritu, controlemos, protejamos y perfeccionemos toda materia: su Creación. 

Dicho de manera gráfica, somos espíritus encarnados en un cuerpo material; espíritus revestidos, o, mejor, que animamos un "buzo de trabajo" con el que llevar a cabo nuestra misión de colaborar con Dios en este Mundo.
"Buzo de trabajo", cuerpo, que abandonamos al fin de nuestros días en la Tierra, para seguir viviendo eternamente.

Pero nuestra condición material humana nos limita.

Nos limita de tal manera que, inmersos en la materialidad corporal y del entorno, hemos perdido toda memoria y conocimiento de nuestra realidad y plenitud espiritual anterior al nacimiento en este Mundo.
Pero no está todo perdido; porque, aunque desmemoriados, experimentamos nuestra espiritualidad. Tenemos clara conciencia de la espiritualidad que anima nuestra materialidad.

Espíritu y Materia me constituyen PERSONA que se concreta en un: YO.

Un YO "existencial", Alma en expresión cristiana: por el que puedo SER sin necesidad de ESTAR; y no puedo ESTAR sin SER.
Mi SER, mi existencia, mi espíritu, mi Alma, es, por lo tanto,  necesario y previo a mi ESTAR en mi cuerpo; como la semilla es previa al fruto.
La Fe cristiana expresa que, a "mi cuerpo" aportado por mis padres, Dios aporta "mi espíritu" en el nacimiento de mi YO como PERSONA única e irrepetible.

Ese YO tiene inscrita una tendencia, una inquietud acerca de la posible perpetuación de mi VIDA: En el fondo, una esperanza ¿Hay algo después de la muerte?
Es una intuición universal aunque sea para negarla por unos, y ansiarla por otros.

Por tanto, el propio conocimiento científico de la "eternidad" de la energía; y la Fe en la "Vida Eterna" nos ayudan a pensar que, muerto el cuerpo, nuestro YO no acaba ahí: 

  • Que esa Energía corporal y espiritual, el YO con el que, como PERSONA me reconozco a mí mismo, con el que me doy a conocer y me relaciono con los demás; con el que me relaciono con Dios, no acaba con la destrucción material en la muerte.
  • Que hay un YO radical, fundamental, que SOBREVIVE a la muerte tras dejar el cuerpo.
  • Que en la muerte nos TRANSFORMAMOS... para seguir VIVIENDO.
Si cabe pensar en un YO que sobrevive a la muerte... 
¿Por qué no pensar que ese YO antecede a mi nacimiento?

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