lunes, 19 de febrero de 2018

LA PRIMACÍA ES DE "PEDRO"..., no de Roma.

A propósito de la celebración del Día del Papa el pasado día 7, me digo yo...:
Si la Primacía no es de Roma... sino de Pedro..., Pedro puede estar en cualquier Sede y seguir siendo el Primado entre los Apóstoles.
Y me sigo diciendo...: Si Bergoglio como Papa Francisco, sucesor de Pedro, se hubiera quedado en su Diócesis de Buenos Aires, hubiera sido igualmente Papa... ¿No?

Entonces pienso...: La tradición eclesiástica concede la Primacía de la Comunidad Apostólica a Pedro..., no a Roma.
Pero resulta que, Roma, como Sede del Primado,  ha llegado a ser considerada  Sede Primada y a cobrar más importancia que el propio sucesor de Pedro.
Tanto es así, que concebimos a los sucesores de Pedro ligados a la Sede Romana. Para todo el mundo el papado es romano.
La Sede Romana ha llegado a ser más importante y poderosa que el propio Papa. Porque aunque el Papa de turno fuera de escaso prestigio, Roma es Roma: la Roma Imperial eclesiásticamente hablando.

Así es como, Roma, reclama para sí el Primado y autoridad Católica (universal) sobre toda la cristiandad.


Por lo que yo sé, los Cristianos, en su origen, nunca han estado sometidos a la autoridad de Pedro, ni mucho menos, las Iglesias a Roma:
La Comunidad de Jerusalem era la fundante y la de mayor veneración por el prestigio de los Apóstoles que la fundaron: Juan, Pedro y Santiago a la cabeza.
Por otra parte, las importantes diferencias que surgieron entre Pedro, partidario de imponer el judaísmo a los nuevos cristianos procedentes de "la gentilidad", es decir, "infieles", y Pablo, terminaron en el llamado Primer Concilio de Jerusalem, imponiéndose el criterio de Pablo frente al de Pedro.

La rápida expansión del Cristianismo propició la aparición de otras Iglesias, siendo las de mayor prestigio las fundadas por los Apóstoles: Antioquía, Éfeso, Corinto, Filipo, Tesalónica, Roma. Eran Iglesias autónomas y..., estimuladas por Pablo, contribuían al sostenimiento de la Iglesia madre de Jerusalem.
Con posterioridad, las Iglesias se organizaron concentrándose en Patriarcados: el primero fue el de Alejandría y luego Antioquía, Roma y Constantinopla. Todas ellas ostentaban el mismo rango, "primus inter pares".

Roma, ciertamente, fue adquiriendo prestigio por albergar las tumbas de los Apóstoles Pablo y Pedro; por los auxilios materiales y religiosos a iglesias necesitadas; y por acertadas intervenciones en desacuerdos entre Iglesias oponentes.
Roma llegó, asi, a arrogarse una autoridad que no le correspondía; y, apelando a la autoridad de Pedro y Pablo, llegó a enfrentarse a la Iglesia de Cartago; y a excomulgar a la de Éfeso que invocaba la autoridad apostólica de Juan y Felipe.
Roma, como Sede del Imperio de Occidente, se enfrentó también a Constantinopla Sede del Imperio de Oriente, dando origen al Cisma en 1054, hasta nuestros días.

Estos devaneos me llevan a otros..., en relación a la Comunidad de Jesús:
¿Cómo es posible que un asunto tan importante para la primitiva comunidad apostólica como es "El Primado de Pedro" no sea tratado por todos los evangelistas? ¿No es de esperar que fuera recogido y relatado por las dos fuentes principales Marcos y "Q" que inspiran todos los Escritos Evangélicos?

Sin embargo, con los Evangelios en la mano, el único escritor sagrado que hace mención expresa del Primado de Pedro es Mateo (16,18-19), judaizante al igual que Pedro, un escriba de Antioquía, comunidad muy proclive a conflictos entre cristianos no judíos y los judaizantes por lo que quizá apelaba, desafortunadamente, en su escrito, a la "autoridad de Pedro" para sustentar sus exigencias judaizantes que habían sido desacreditadas por Pablo en el Concilio de Jerusalem.
Ningún otro evangelista hace mención a un acto que, de haberse producido, no hubiera pasado desapercibido.

Si es que Jesús puso a Pedro como cabeza de la comunidad apostólica, me cuesta creer que lo hiciera pensando como su sucesor... y en una religión nueva... diferente de la judía a la que pertenecían.
Por otra parte...: ¿Pensó Mateo que, ya muerto Pedro, sus sucesores en la Iglesia de Roma debían ostentar la autoridad al frente de una Iglesia Universal?

Pero la historia nos dice que Pedro nunca ocupó sede romana alguna como cabeza de una Iglesia Universal. Pedro y Pablo eran cabeza de comunidades, muy humildes... de gentes marginadas..., fundadas en Roma.
Ni Pedro ni Pablo fueron sacerdotes cristianos; ni tan siquiera ostentaron la condición de "Epíscopos" (supervisores); y ninguno de ellos fue Papa.
Es más: Que yo sepa, Pedro, como los demás Apóstoles de Jesús, vivieron siendo judíos. Pedro, murió por Cristo siendo, como Jesús, judío.

Fuera como fuere, la tradición del magisterio sacerdotal romano enseña, guste o no, que la Primacía corresponde al Papa, sucesor de Pedro en la Sede de Roma.
Lo cual contamina, distorsiona y dificulta el auténtico sentido de la Unidad de los Cristianos. Porque la Unidad de los Cristianos no se da en Roma..., en la sumisión a Roma..., sino en el respeto a la identidad de cada Iglesia y en la fraternidad entre las Iglesias.

La Primacía del Papa podrá ser, o no, reconocida por las Iglesias...; y pienso que el Papa no tiene por qué ser, necesariamente, Obispo de Roma...; creo que podría, muy bien, residir en la propia Iglesia de la que es originario, o titular, sin necesidad de trasladarse al Trono de Roma.
Espero el día en que se reconozca que cualquier sede episcopal pueda acoger el papado.

¿No sería un buen acto de reforma y puesta al día de una extemporánea Iglesia Romana, Monárquica e Imperial?

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