lunes, 19 de febrero de 2018

Teología TRINITARIA: mejor... la de S. PABLO

La Navidad me pone siempre ante y... frente... a la teología acerca de la Trinidad Divina. 

Trinidad de un solo Dios que repugna mi inteligencia... pero:
Dios..., si es Dios...,
no ese Dios intuido y expresado por el Hombre..., 
en cada cultura...
no puede repugnar la inteligencia humana;
 porque, entiendo que..., 
¡¡¡Dios es lo más natural del mundo!!!

El Dios Uno y Trino..., concebido y desarrollado por la cristiandad de las culturas griega y romana..., es aceptable para mentes acostumbradas a Pan-Teones...: variedad de divinidades...
que adquirieren diversidad de formas, humanas o no, para intervenir en el mundo y hacerse presentes a los humanos.

No es extraño, pues, que, en aquellas culturas, a lo que los cristianos concebían como una manifestación de Dios... le asignasen una figura, una persona divina:
Como CreadorPADRE; como SantificadorESPÍRITU; como RedentorHIJO.
El hebraísmo llega también a concebir la SABIDURÍA como Persona Divina.

Para mí, Alguien a quien, en su perfección, debe concebirse como "Tres en Uno" me suena un poco a la perfección y eficiencia de aquel lubricante con el que todo funciona ordenadamente.

Bromas y ocurrencias fáciles aparte..., Dios... es inabarcable, incomprensible en su SER...
únicamente..., intuible por la inteligencia Humana y... aceptable con ayuda de la Fe.
Pero no debemos confundir lo que el Hombre comprende..., como revelación divina..., con Dios Mismo.

Me satisfaga o no la Teología de la Trinidad Divina..., yo aprecio en ella dos concepciones, para mí, muy distintas: Una, en Pablo de Tarso; y otra, en los Evangelios.



La que más me gusta es la de Pablo... ¿Por qué?

Porque la TEOLOGÍA TRINITARIA DE LOS EVANGELIOS presenta un Dios al estilo de los dioses paganos:

  • Un Dios Padre al que..., tanto en los relatos acerca del Nacimiento como en el del Bautismo de Jesús..., se  le representa extraterrestre, en un ámbito celeste..., opuesto al terrestre. Aunque no ajeno al devenir de la Humanidad..., pues envía a la Tierra su Hijo... 
  • Hijo Divino salvador de la Humanidad (el Héroe, en la mitología griega, fruto de la fecundación..., por su Espíritu Divino..., de una virgen doncella humana) .
  • Espíritu Divino que se hace presente..., mediante Ángeles, en el Nacimiento del Hijo de Dios, y... de la Paloma, en el Bautismo (imágenes que recuerdan las "Aladas Palabras" en Homero).

Esta Teología crea un escenario con dos ámbitos... distintos y... jerarquizados:
Uno, el de la Divinidad celeste que se manifiesta;
Otro, el de la Humanidad terrestre que contempla-rá... entonces y... por todos los siglos..., la magnificencia y magnanimidad divinas..., expectante, sorprendida y atónita...,  dignificada  por la adoración...: "Este es mi Hijo..."  salvada por la obediencia: "...escuchadle".

El nexo de unión de estos dos ámbitos va a ser el Héroe:

El Hijo de Dios..., descendido a la Tierra..., para redimir con su sangre del pecado..., a la perversa Humanidad.
Contradictoriamente..., mediante otro pecado...:
El de dar muerte, en cruz, al Héroe Divino..., quien se entrega como desagravio de la ofensa del Hombre a Dios.
Si el Hombre, desde su origen, fue capaz de ofender a Dios..., ¿cómo no se le considera capaz de desagravio?

En esta Teología: DIOS..., se hace presente, reconocible... al Hombre..., en Jesús.

Al Hombre...,  no compete otra función que:
Escuchar, obedecer, adorar agradecido y...
Considerarse... miserable pecador... perdonado y redimido... ya que sus obras, por ejemplares que sean, no son salvadoras..., pues el Salvador es el Hijo Divino.
Al Hombre..., ya condenado..., no le queda más función que aceptar la gratuita Salvación.


En cambio, la TEOLOGÍA TRINITARIA DE PABLO..., sin abandonar la Teología de la Salvación...,
Presenta una Teología integradora del Hombre en el seno mismo de la Trinidad Divina:

  • Es Templo, portador, del Espíritu Divino quien habita y conforma lo más íntimo de su ser humano. 
  • Es Hijo con el Hijo... pues..., salvado por el Hijo..., revestido de Cristo..., siendo otro cristo..., Dios llama al Hombre Hijo, capacitándolo para llamar a Dios, Padre.

En esta Teología: DIOS..., muestra la filiación divina del Hombre... en Jesús.

Todo ser humano... desde su Creación... es Hijo de Dios.
Salvado por Cristo..., independientemente de su religión, cultura, estado y condición: "judío o gentil, libre o esclavo"..., es capaz de salvación para sí y para los demás... porque:
Habitado por el Espíritu de Dios..., es Dios mismo quien actúa..., en el Hombre y... desde el Hombre.

El cristiano tiene, la ventaja de saberlo y el deber de proclamarlo de palabra y, sobre todo, de obra.
Porque, como dice la Teología de Pablo, nuestra sabiduría y conocimiento los tenemos, en Cristo-Jesús.

Pero...,
En el mundo llamado Occidental del siglo XXI..., el conocimiento e imaginario acerca de la Divinidad... a través de las vivencias de la Ilustración, la Modernidad y la Posmodernidad..., no puede ser el de culturas y mentalidades de hace más de dos mil años.

Aunque es una Teología PRECIOSA..., según la concepción de la literatura clásica helenística...,
Nuestra concepción de Dios no tiene por qué ser la del "Tres en Uno".

Hay una realidad incuestionable:
No sabemos..., ni podemos saber..., nada... acerca del SER de Dios.

Sus manifestaciones..., conocidas a través de los relatos en la Biblia Hebrea y en los Evangelios, como: Creador, Salvador, Santificador..., no las tenemos que identificar con Personas Divinas diferenciadas.
Son acciones..., de entre las muchas que... DIOS... lleva a cabo, incluso desconocidas para nosotros.
Podríamos atribuirle tantas personas divinas como atributos o acciones fuéramos reconociendo: Sabiduría... Amor... etc.

Por eso, los cristianos tenemos la obligación de mostrar nuestra Fe en el Dios que se revela en Jesús desde el imaginario y conceptos de nuestro tiempo.
Y darla a conocer adaptada a las categorías e imaginario de otras culturas.
Para que todo el mundo pueda conocer y creer..., desde sus propias culturas y religiones..., vividas en el Amor solidario del Dios de Jesús.
No olvidemos que Jesús no fue cristiano...; vivió el judaísmo... desde su personal e íntima experiencia "cristiana".
Permitamos que cada cultura viva su religión y cultura desde la experiencia cristiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario