El peligro no viene por los ataques e insidias. El peligro es no ofrecer una buena defensa. Y la mejor defensa es un buen ejercicio, una buena praxis con honradez, decisión y dignidad.
Depende en gran parte de la coherencia de las "Nacionalidades Forales", (terminología Constitucional), consigo mismas y con España:
- Si, identificadas con su Régimen Foral, creen en su potencialidad, lo respetan, lo hacen respetar y lo amejoran -como reza el histórico Juramento Real-;
- si establecen su relación con el Estado en el PACTO, pacto realmente bilateral, pacto entre iguales, donde ninguno pueda usar de prepotencia, no cabe confundir las Nacionalidades Forales con Autonomías españolas, de modo que el peligro no existe.
Si se cuestiona por parte de algunos partidos españoles la justicia y equidad de nuestra actuación Foral no es por culpa suya; sino por la nuestra:
Nuestros políticos, con mentalidad "autonomista", unos; con su "Derecho a Decidir", otros, han abandonado o perdido la conciencia e identidad Foral, y rigen nuestras Instituciones y sus relaciones con el Gobierno español como si de Autonómicas se tratara, aunque no hayan abandonado un léxico y unas formas de la Foralidad, creando confusión en su práctica y pedagogía:
- Se acude a las convocatorias del Gobierno a sus instituciones autonómicas por el temor "a no estar en los foros donde se toman decisiones". Foros y decisiones que no afectan, -no deberían afectar- a las Instituciones Forales por ser otra administración distinta a la Común española y que se rige por el Pacto.
- Se solicitan "transferencias" al estilo autonómico; cuando debería proponerse el "reconocimiento" de competencias: que, en la actualidad, correspondería ejercer de no haber sido abolidas las Instituciones originarias del Estado navarro y Vascongadas.
- Falta poner en valor ante la Unión Europea que las Haciendas Forales son tan europeas y soberanas como las de los Estados Miembros. Que, en consecuencia, las exigencias de la UE y penalizaciones al déficit español no deben ser extendidas a las Haciendas Forales; como tampoco el déficit de éstas debería imputarse a la Hacienda española. Es preciso diferenciarlas y normalizar la condición Foral en Europa... Es lo que nos diferencia con Cataluña respecto a un "proceso legal" de sedición.
- Permitimos que el árbitro acerca de la legalidad de las relaciones Forales con el Estado sea el propio Estado, y no una Comisión Paritaria con recurso a Tribunales europeos.
- Etc., etc.
Oímos al Lehendakari Urkullu la necesidad de "blindar", al estilo del Concierto/Convenio económico-financiero, las competencias de orden político (enseñanza, sanidad, etc.), para evitar las intervenciones mediante decretos unilaterales del Gobierno español que las condicionan o invalidan.
Esto ocurre porque Euskadi y su Estatuto constituye una Comunidad Autónoma, en consecuencia, de ámbito Común español; mientras que sus Territorios establecen con el Estado una relación Foral inmodificable unilateralmente por Decreto.
La solución estaría en que el Estatuto y las Instituciones y Competencias Autonómicas de Eukadi fueran consideradas de Régimen Foral mediante Pacto con el Estado.
Se resolvería también la contradicción de que unos Territorios Forales sean gobernados por una Autonomía española.
Todo ello desvirtúa la condición Foral. Y crea confusión entre las Autonomías del Estado.
La solución está en nuestra mano: Creer en la potencialidad de las "Nacionalidades Forales"; y Pactar con el Estado.
La mejor pedagogía para evitar malentendidos o malquerencias es una buena y justa praxis de relación bilateral.
EL CUPO
Requiere mención especial. La ignorancia de algunos españoles les ha hecho abrir la caja de los truenos que les puede estallar en la cara si desde las Nacionalidades Forales exponemos con toda crudeza la realidad:
- Que el Cupo es lo que el Viejo Reyno de Navarra y Vascongadas, convertidos en provincias españolas, han de pagar a España por su (nuestro) secuestro.
El Estado navarro y Vascongadas vienen sufriendo, desde la instauración de la Era Constitucional en el s.XIX un "proceso de colonización":
- Abolidas ilícitamente nuestras Instituciones originarias, sustituidas por otras españolas, estas naciones, hoy provincias Forales, deben pagar a su secuestrador, e invasor, lo que le cuesta el mantenimiento de su secuestro. Lo lógico sería que si quiere imponer sus instituciones el coste no vaya a cargo del secuestrado, sino del secuestrador.
Esta es la filosofía, el fundamento del Cupo que debemos pagar a España para sostener, no sólo, sus Instituciones en País Foral, sino también las cargas generales del Estado.
El ideal sería no tener un Régimen Foral. No tenemos que tener miedo a prescindir de él. Sería señal de que habíamos recuperado nuestra soberanía original preconstitucional, que estaríamos en la UE por derecho propio.
No debemos olvidar que el "Proceso Foral" no es sino un plan de supervivencia gracias a la capacidad de nuestras gentes de pactar, de acordar, tras nuestra injusta abolición y anexión.
El Régimen Foral no es nuestra identidad como País; es aquello de "si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él". Es mejor ser Forales, relativamente soberanos, que sometidos.
Por mucho que, lo hayamos ido sobrellevando con dignidad y por nuestra capacidad pactista, por mucho que se quiera maquillar con posteriores pactos..., cálculos... y compensaciones... no deja de ser el pago de nuestro secuestro.
Es un fenómeno de colonización por el que el propio Papa Francisco justifica un proceso de independencia.
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