El cambio del Delegado del Gobierno Español en Euskadi reabre la polémica.
¿Es pertinente la existencia de un Delegado español en Euskadi?
El Lehendakari Urkullu, en su toma de posesión de la Lehendakaritza lo hizo, para mí extrañamente, aunque quizá ajustado al orden establecido, también como representante ordinario del Gobierno español.
Si lo establecido legalmente es que el Lehendakari sea, a su vez, Delegado español, parece evidente que otro Delegado nombrado por el Gobierno Español esté de sobra.
Desde el punto de vista nacionalista entiendo, sin embargo, que España nombre su representante en Territorio Foral.
Los Territorios Forales disfrutan de Administración e Instituciones propias distintas y diferentes de las de Régimen Común.
Es, por tanto, pertinente que España marque su presencia mediante su Representante.
Al Delegado nombrado por España compete la gestión de las Instituciones que España introdujo y mantiene en Territorio Foral.
El Lehendakari no debiera, por antiforal, asumir la representación como Delegado español.
Se me podrá argumentar que el Lehendakari preside una "autonomía": Euskadi; que como representante autonómico sería lógico asumiese la representación del Estado.
Que los Territorios Forales (Alava, Gipuzkoa, Bizkaia) tienen sus propias lehendakaritzas y las correspondientes Subdelegaciones españolas.
Esta es una anomalía que denuncio de nuevo:
Nuestros Territorios Forales deberían constituir una Comunidad Foral. No una Autonomía Española.
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