Con la llegada del nacionalismo vasco al gobierno de las instituciones navarras, ha llegado la democracia.
La Navarra dividida en demócratas y revolucionarios, autóctonos y colonizadores, integrados y excluidos, admitidos y vetados... como queráis llamarlo, a que nos tenían acostumbrados los gobiernos de Unión del Pueblo Navarro (UPN) ha llegado felizmente a su fin.
Al fin, todos somos navarros: los navarros-navarros...; los navarros-vascos...; los navarros-españoles...; los navarros-franceses... todos somos NAVARROS. Desde distintas sensibilidades, lo que a todos nos une es NAVARRA.
La inclusión de la ikurriña, símbolo del nacionalismo vasco, en la balconada del Ayuntamiento junto a la española, navarra, de Pamplona y la europea, ha dado carta de naturaleza y normalidad a la expresión de todas las realidades que, a día de hoy, se dan en Pamplona y en Navarra.
Me llama poderosamente la atención y me duele en el alma...:
Cómo hay navarros con un odio furibundo a la ikurriña cuando representa el espíritu de soberanía de todos los Territorios Forales que reclaman su independencia ante el abuso de poder de un Estado que ha destruido nuestro Régimen Foral...
Cómo esos mismos navarros enarbolan contra la ikurriña, la española..., aquella bandera extranjera que con violencia militar, política, jurídica y cultural conquistó el estado navarro, lo arruinó en defensa de su independencia, abolió su Régimen Foral una vez convertida en provincia española... porque... ¿Qué nos queda del Fuero? ¿Que los presupuestos de Navarra no dependan de los presupuestos del Estado?
¡¡¡Si están en sus manos...!!! Simples decretos del gobierno paralizan nuestras disposiciones... y cuando encuentran nuestra oposición, sacan la apisonadora del Tribunal Constitucional... y a callar y... Viva España y la Navarra Foral y española.
¿De verdad creéis que eso es Fuero... ser foral? El Fuero quedó en manos de España ¿Dónde queda Navarra? ¡¡¡Tocando el himno español y exhibiendo la bandera española!!!
No quiero el himno y bandera del conquistador que ha convertido en folclore mi himno y bandera.
Navarra ha dado la espalda a sus hermanas forales y... así nos va a todos. Sólo la independencia con himno y bandera nos devolverá nuestra dignidad.
Se dice, manipuladora e hipócritamente, que el nacionalismo rompe la convivencia. El nacionalismo es la consecuencia de una convivencia que nos han roto.
Para convivir es preciso SER uno mismo. No es convivir existir bajo un poder que nos marcó cómo, cuándo, cuánto y dónde debemos ser.
Es preciso buscar otras alianzas en las que poder ser desde la libertad y romper cadenas que nos despersonalizan y someten.
Esas nuevas alianzas se visibilizan en nuevos símbolos. La ikurriña es uno de ellos.
La ikurriña acoge y representa a todos los Teritorios Forales peninsulares y a los continentales que lo fueron.
Y debemos hacerla valer en Europa... en una Europa de los Pueblos.
La ikurriña no suplanta la bandera de Navarra: la ensalza en su soberanía y libertad junto a las banderas de los demás Territorios Forales hermanos; al lado de la española, la francesa y de otras banderas europeas.
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