lunes, 19 de febrero de 2018

Estatuto de Autonomía: La última ABOLICIÓN FORAL

¿Qué necesidad tiene un PAÍS FORAL de un Estatuto de Autonomía?
Es como si la Unión Europea concediese estatutos de autonomía a los Estados de la Unión.

¿Cómo se identifica un PAÍS FORAL?
Cuando un País, asociado por otro, conserva la soberanía sobre sus instituciones y competencias, salvo las delegadas para materializar la Unión, en nuestro léxico tradicional, es Foral. Hoy sería Confederado.
Cuando se le consienten determinadas competencias propias, es "Aforado".
Cuando ejerce las competencias que el Estado le transfiere es Autónomo.

Navarra, pues, está Aforada.
En Euskadi el Parlamento y Gobierno son Autónomos; las Diputaciones están Aforadas, lo cual produce serias disfunciones y duplicidades.

Navarra y Vascongadas eran Forales porque, el nexo de la Unión era el Rey español; sus Instituciones no pertenecían al Estado Español.
Presididas por el Rey, previo "Juramento Foral de no dañarlas, respetarlas y mejorarlas", eran soberanas en el gobierno de sus territorios; en sus relaciones con España; y con otros Estados, fundamentalmente Francia e Inglaterra.

ABOLICIÓN FORAL.

Así fue hasta que, a partir de la Era Constitucional iniciada por la Constitución de Cádiz (1812), se declaró, y se mantiene en nuestros días, que todo cuanto está bajo la Corona del Rey de España es español.
España ya no reconocerá otra identidad que la española.

La fuerte y obstinada resistencia de las Instituciones Forales fue resuelta por España violando el Juramento Foral:
Las disolvió; sustituyéndolas por otras españolas, aunque forales: es decir, heredaban las facultades originales de las abolidas, pero dependientes, ahora, no ya del Rey, sino del Gobierno de España y de las Cortes.

¡¡¡Ya no serán FORALES...!!! sino AFORADAS.

CONSTITUCIONALISTAS y FORALISTAS

Los sistemáticos incumplimientos por el Rey del Juramento Foral y los continuos Contrafueros de sus gobiernos, dividieron a la sociedad en constitucionalistas que acusaban al sistema foral de retrógrado; y foralistas incapaces de oponerse a tanta violencia política y jurídica.

Cada cual llegó a defender su posición incluso mediante las armas: Guerras Carlistas en las que cada bando, uno junto a la Reina Isabel, isabelinos constitucionalistas y, otro, carlistas, junto al Rey Carlos, quien prometía defender el Régimen Foral, pretendieron imponerse por la fuerza.

La paz por el Pacto de Vergara comprometía a la Reina Isabel y a los constitucionalistas a respetar el Régimen Foral; y a los foralistas a acatar la Constitución que respetaría el Fuero.
Pero España... ¡¡¡Violó sistemáticamente el Pacto!!!

La ciudadanía, en su lucha foral, poniéndose de parte de los reyes y gobiernos que prometieran la defensa del Régimen Foral, a lo largo del tiempo, se fue acostumbrando a los avatares de la política española, a ser asimilada su identidad foral por la española, a españolizarse y a conformarse con ser "Aforada".

NACIONALISMO

Adueñados los constitucionalistas del Fuero, lo manipularon a su antojo: el Régimen Foral era ya español y los territorios forales, ahora, simples "aforados".

Los Contrafueros que arruinaron el Régimen Foral, seguían imperando amenazando ahora incluso el Aforamiento, exasperando y hastiando a buena parte de la sociedad que vio la solución en el nacionalismo reivindicando la INDEPENDENCIA.

En un nuevo alarde de violencia política y jurídica, la Dictadura de 1936 que encontró la enemiga en las republicanas Vascongadas, abolió el Concierto Económico Foral Vasco.


DEMOCRACIA

Muerto el Dictador, la Constitución del 78 devolvió el Concierto Foral Económico Vasco y reconoció los Derechos Históricos de los territorios forales.

En la actualidad son los constitucionalistas quienes invocan la Foralidad, una foralidad española, de Euskadi y Navarra, que, como venimos insistiendo, ya no son forales por naturaleza, ni de naturaleza jurídica FORAL, sino AFORADA, por ser España quien la determina y condiciona.

Los nacionalistas, desencantados de una Foralidad y aun de un Aforamiento reducido a aspectos del Código Civil, al Concierto Económico Vasco y al Convenio Navarro que, llamados forales, contradictoriamente, están controlados por las Cortes y por el Gobierno español mediante el Tribunal Constitucional, se decantan por la independencia.

Así las cosas, un grupo exasperado nada desdeñable de la sociedad se decantó por la violencia terrorista para forzar al Estado a negociar nuevas condiciones e incluso propiciar la independencia.
No consiguió sino el fracaso, el dolor de tanto horror, el desprestigio de un Pueblo noble y... el fortalecimiento del Estado.

ESTATUTO DE AUTONOMÍA.

Asumida la Foralidad por la sociedad constitucionalista, casi está borrada la conciencia Foral en el mundo nacionalista. Queda como un recuerdo y añoranza, un sentimiento romántico, que no es práctico para ser reivindicada.

La democracia, tras la muerte del Dictador, llevó a estos dos mundos contrapuestos a ensayar una propuesta nueva:
Pactar un Estatuto de Autonomía que la Constitución proteja.


El Estatuto integrado en una Constitución no aprobada por el Nacionalismo, aunque mejora el "aforamiento" anterior, no es un Pacto Foral porque no es fruto del acuerdo entre las Diputaciones Forales y el Gobierno de España.
Es moneda de cambio que los Partidos vascos recibirán por su apoyo en el Congreso a los intereses del Gobierno.
Y genera graves anomalías:

  • Euskadi y su Gobierno son autónomos. No son Forales porque no surgen por decisión de las Diputaciones Forales Vascas.
  • Un Gobierno Autónomo se ve en el contrasentido de gobernar Territorios Forales.
  • Ese contrasentido produce conflictos y duplicidades entre las  Competencias Preconstitucionales de las Diputaciones Forales y las Competencias Autonómicas que el Estatuto atribuye a Euskadi y su Gobierno.

No obstante, es el Estatuto con el que, Euskadi, forzando este estatus político AUTONÓMICO aún no cumplimentado, incluso violentado, por el Gobierno, se está dando a conocer al mundo de los negocios, del comercio, de la industria y de la innovación creando su prestigiosa propia "Marca EUSKADI".

CAFÉ PARA TODOS.

El Estado se ha esforzado en uniformizar España y minimizar toda singularidad Foral o aforada:

  • Ante la existencia de Diputaciones Forales, dotó de Diputaciones provinciales a cada una de las Provincias españolas. 
  • La aprobación del Estatuto de Autonomía Vasco llevó al Gobierno a dotar de Estatutos de Autonomía a todas sus Regiones, ante la extrañeza y disgusto de muchas.
Euskadi será denominada Comunidad Autónoma y Navarra Comunidad Foral recibiendo el mismo trato que el resto de Comunidades Autónomas españolas, salvada la singularidad, no obstante, de conservar su Concierto y Convenio, que autonomías vecinas denuncian como agravio comparativo.

EL ESTATUTO: ABOLICIÓN FORAL.

El Estatuto resulta, así, la última victoria del Estado sobre el Régimen Foral
Diluye la singularidad de Euskadi y Navarra equiparándolas al resto de Regiones Autónomas, esta vez, no sólo, con el beneplácito de los Partidos constitucionalistas, sino, extrañamente, con el de los nacionalistas que, abandonando su identidad Foral, consintieron en recibir un inadecuado, inapropiado y extraño estatus autonómico.

Todo ello constituye
el denominado
CONFLICTO VASCO

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