Pero eso es el espíritu de la Foralidad.
La realidad es otra.
Porque el Tribunal Constitucional, "de hecho", anula, unilateralmente, el propio Régimen Pactado del Estado:
Decenas de disposiciones Forales, implementando y desarrollando Competencias Exclusivas de las Nacionalidades Históricas, están siendo anuladas ilegítimamente, invalidando el Pacto.
¡¡¡Basta ya...!!! de que juzguéis como ilegal lo que es legítimo.
No podemos, ni debemos, soportarlo por más tiempo impasibles, resignados.
Es un auténtico Contrafuero en la línea de los sufridos a lo largo de la Historia.
Contra esta presión de abuso de poder, no cabe sino la resistencia Foral al estilo tradicional: "Se obedece... pero no se cumple".
Es una prerrogativa Foral abolida unilateralmente por la Constitución...
Pero es una actitud de denuncia; para forzar y reconducir al PACTO en el ámbito político de una Instancia Paritaria.
Recabando, si necesario fuera, el auxilio imparcial de la Unión Europea que ha de conocer y vivir en su seno, y con normalidad, que el Régimen Foral es una realidad europea que perdura en la Historia por el tesón de las Nacionalidades Históricas.
Hoy hemos llegado a ser como somos y a estar en la Historia, gracias al Régimen Foral.
Mañana recuperaremos la independencia, nuestra soberanía preconstitucional, en la medida que gestionemos y defendamos y desarrollemos nuestro Régimen Foral.
Es nuestro "Derecho a Decidir" legal y ya en ejercicio.
De nosotros depende.
Desarrollémoslo.
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