CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA: ¡¡¡Actualización!!!l

Hoy, día de la Constitución en España, es oportuno hablar sobre ella.
La era constitucional en España dio al traste con la independencia del Reino de Navarra y Vascongadas.
El absolutismo español, al grito de "todo lo que está bajo la Corona del Rey de España es español", aunque no pertenezca a la administración y gobierno españoles, convirtió Navarra y Vascongadas en Provincias Españolas.
Para ello, sin jurisdicción política ni legal para ello, en flagrante Contrafuero, el Gobierno Español, no ya el Rey, sino mediante meros Decretos del Gobierno, disolvió las Instituciones navarras y vascongadas, y nombró Diputaciones Provinciales... eso sí, Forales, es decir, en base a las resistencias, en cierto modo soberanas.

Pero el Gobierno fue más lejos: Si ya eran españolas, disueltas las Cortes de Navarra y las Juntas Vascongadas, se les exigió el envío de representantes a las Cortes Españolas.

Las Cortes Españolas de 1812 establecieron el fundamento para que el Gobierno aboliera la constitución foral de aquellos Territorios mediante sibilinos Decretos de aparente confirmación: "confirma los Fueros salva la UNIDAD de España". Y la "unidad" exigía la igualdad de todas las tierras y hombres de España. ¡¡¡Los Fueros distorsionaban la igualdad!!!

Las Cortes Españolas de 1978 siguieron la misma filosofía ante la desaprobación de estos Territorios. El Gobierno siguió imponiéndose, laminando y reduciendo la foralidad a lo que hoy constituye nuestra foralidad: Autonomía fiscal y económica. Que también se ve limitada por decretos del Gobierno y recursos a la judicatura que, evidentemente, actúa de parte.

Hoy, mejor que siempre, debemos manifestar nuestro desacuerdo y protesta por la situación a que se ha hecho llegar a la constitución Foral de nuestros Territorios e Instituciones.
Foral quiere decir que no es de la Administración del Gobierno Español, sino de las Instituciones de gobierno de nuestro País.

Nuestra voluntad es la de actualizar la Constitución.
Una Constitución que ampare y recoja de manera efectiva y afectiva una convivencia basada en la libre decisión de una Unión entre iguales basada en el Pacto.
Es un deseo avalado por una ciudadanía que lo viene reivindicando de antiguo y por buena parte de otra ciudadanía joven a la que la vieja Constitución le viene impuesta y desea otra a la pueda dar su adhesión.

Si se sigue haciendo oídos sordos y sigue actuando la apisonadora del Estado, sólo queda la opción del separatismo y la independencia. Lo cual, desde el foralismo basado en el Pacto es legítimo y posible.