Una es la etapa foral y la otra es la etapa aforada.
NAVARRA FORAL
En los inicios de la Era Constitucional española (1812), la situación cambió sustancialmente para Navarra; porque, de Reino español desde su conquista en 1512, pasaría, en lo sucesivo, a ser Provincia Foral.
Pero aquella Provincia Foral, aunque regida por Liberales Constitucionalistas..., ¡¡¡eran navarros...!!! y pactó con el Gobierno español su modo de ser española.
Por aquél Pacto, Navarra, en 1841, cedía las facultades y competencias que correspondieran al Gobierno Español como fundamentos del Estado; y se reservaba para sí todas las demás que, habiendo correspondido al Reino de Navarra, no fueran cedidas por Navarra en favor de la UNIÓN.
La lista era corta, concreta y clara.
Pero poco duró la armonía de Navarra que hubo de vérselas con las pretensiones absolutistas del gobierno de la Monarquía española.
NAVARRA AFORADA
Las Cortes Españolas, herederas del Absolutismo de las Cortes de Bayona impuestas por Napoleón a España, decretaron la UNIDAD DE LOS ESPAÑOLES.
Ya, no se trataba de la unión de España..., sino que se decretaba la unidad de los españoles.
UNIDAD en la que no cabía la excepcionalidad de la Navarra Foral, ni la foralidad de los Territorios Vascos.
El Gobierno Constitucional, dispuesto a remediar esta anormalidad, suprimió por Decreto los Fueros, ignorando que el respeto y cumplimiento del Pacto Foral con Navarra era el garante de su UNIÓN.
¡¡¡España no podía suprimir los Fueros por Decreto...!!! Eran patrimonio de los Territorios Forales.
Secuestrar el Régimen Foral. Legalizar el CONTRAFUERO.
¡¡¡Ese era el camino y el remedio...!!!
Si Navarra era española..., su régimen foral era ya español; ya no serían Navarra y Vascongadas dueños de su Fuero.
Si el Régimen Foral era español, el Gobierno de España era el competente para hacerlo compatible "con los intereses de la UNIDAD CONSTITUCIONAL".
Fue, así, como, el Gobierno, a través del Ministro de la Gobernación fue el encargado de resolver su abolición, o, en su caso, su modificación y adaptación a la Monarquía.
De nada valieron las indignadas protestas de los Carlistas Foralistas; ni la resistencia de los Liberales Constitucionalistas.
Ni la apelación al Pacto. Era de otros tiempos... no corresponde a la nueva legalidad.
Interminables discusiones dieron como resultado una lluvia de contradictorios Decretos de "Reconocimiento, Amparo y Modificación de los Fueros" produciendo el secuestro del Régimen Foral a manos del Gobierno y poder desmantelarlo, ilegalmente, mediante Contrafueros legalizados por la ley de la fuerza, no por la fuerza de la Ley, como la:
Abolición de las Instituciones Forales, sustituidas por otras Provinciales, que aunque de modo engañoso se las tituló "forales", únicamente eran aforadas pues las competencias las controlaba el Gobierno.
Supresión del Virrey mediante el que el Rey de España gobernaba Navarra;
Introducción de Gobernadores militares y civiles;
Obligatoriedad de enviar, como las demás provincias, Diputados a Cortes españolas;
El servicio militar, las fronteras..., etc..., etc.
Navarra nunca más será FORAL:
disfrutará en el futuro del estatus "aforado"
que los gobiernos españoles estimen oportuno.
Las Competencias "forales" han quedado reducidas a ciertos aspectos del Código Civil y a un Convenio Económico, cada vez más sometido y condicionado por los gobiernos españoles al imperio de la Constitución, del Ministerio correspondiente y del Tribunal Constitucional, hoy amparados en interesadas interpretaciones de "Directrices de la Unión Europea".
Es esta desmantelada y sometida Navarra aforada y española, la que proclaman sin sonrojo
los actuales "CONSTITUCIONALISTAS" navarros.
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